Enrique Peña Nieto es libre de ir a donde guste, claro con su dinero, sin embargo los gastos al vaticano o viajes de placer cargados al erario publico deben ser considerados delitos de peculado. Y yo al igual que millones de mexicanos no autorizamos a Peña Nieto que invite en nuestro nombre al representante de satanás: Jorge Mario Bergoglio.
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