Si el ejercito, la marina y todas las corporaciones policíacas tuvieran respeto y fidelidad a la sociedad en general porque los mantenemos con nuestros impuestos, ese día los maestros en delincuencia, esos pobres políticos cínicos y corruptos, no hallarían donde esconderse, en lugar de estar escoltados por ellos. Por: José Alberto Betanzos Salgado.
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