9 feb 2010

REQUIEN PARA UN AMIGO

REQUIEN PARA UN AMIGO
Jorge Luis Maya G.


Jorge Alberto Ochoa Martínez, (mi tocayo), como muchas veces nos dijimos, lo conocí un mes de agosto de 1989, cuando por primera vez ingresé y formé parte del personal del periódico El Sol de Chilpancingo. Ahí, Ochoa Martínez, se dedicaba a la nota roja y era uno de los periodistas que tenían contacto con cualquier jefe policiaco y por lo tanto las primicias, casi siempre eran de él.
Mi tocayo era hasta donde sé, una persona amigable y que trataba de ayudar a los demás a superarse, conmigo no fue la excepción, siempre recibí buenos consejos de él para salir adelante en el trabajo e ir aprendiendo cosas nuevas, cosa que a lo largo de los años me ha rendido frutos. Ochoa, como siempre le decíamos los compañeros del gremio, fue una persona de trabajo, pero que en los ratos libres gustaba de convivir con sus semejantes y no me cansaré de agradecerle los muchos consejos que me dio, hoy que ya no está con nosotros, no doy crédito a lo vivido hace unos días.
Recuerdo que Ochoa salió de El Sol de Chilpancingo, para integrarse a la dirección del periódico Tiempo de Guerrero, medio en el cuál sólo duro algunos meses y en donde lo apoyé en el diseño; posteriormente, fundó El Oportuno en el año 94 - 95, y algunos años después me tendió nuevamente la mano para integrarme a su equipo de trabajo.
En el año 2000, Jorge Alberto Ochoa Martínez, optó por fundar otro medio, pero con circulación en la Costa Chica de nuestro estado y con sede en Ayutla de los Libres, con el nombre El Sol de la Costa, salió a la luz pública un primero de Noviembre del año 2000, medios (El Sol de la Costa y El Oportuno) con los cuales se metió de lleno a la política tanto en la Costa Chica como en Chilpancingo. Desafortunadamente, por falta de personal, el Oportuno dejó de circular y Ochoa se instaló en Ayutla para venir solamente a Chilpancingo los fines de semana.
Los primeros meses El Sol de la Costa, salía cada lunes, posteriormente, debido al éxito que empezó a tener, se empezó a distribuir 2 veces por semana, y así duró muchos años hasta la fecha en que le truncaron la vida.
Para mi Jorge Ochoa, fue una persona de éxitos, que no se achicopalaba por nada y cuando había de tomar alguna copa, era de no espantarse y así como convivía con la clase política, también lo hacía con los trabajadores, los que hacíamos lo posible por sacar el periódico adelante y siempre con la enjundia de echar relajo.
Pocas veces lo vi enojado, amargado, al contrario era una persona muy conocedora de contar chistes y siempre en algún convivio con los compañeros, con los amigos salían a relucir esos chistes que siempre terminaba por hacernos reír, o en su propio medio publicaba una columneja llamada "Cotorreando el punto", donde narraba sus anécdotas, hablaba de los políticos, de la sociedad, de los amigos, de su familia y el mismo, una columna que mucho me daba risa, a mí en lo personal, que antes de darle diseño, me ponía a leerla y riéndome de lo que él escribía, siempre me preguntaba que que onda, que si estaba loco y con chascarrillos le contestaba que puras mam....escribía y se soltaba sus carcajadas y eso daba motivo a invitar las cervezas, "orale pinche Maya, jálate por los wiskies”, “aahhh, wiskies", le contestaba yo y se soltaba en risa y soltando también el billete para traer las cervezas y la botana.
Como la edición del periódico se hacía los miércoles, para salir el día jueves, toda la tarde lo tenía que estar escuchando, porque desde Ayutla me daba instrucciones para diseñar su periódico, de los correos que mandaba para iniciar la elaboración de El Sol de la Costa, los fines de semana, pues él aquí estaba (en Chilpancingo) y así que nos pasábamos varias horas metidos en la oficina elaborando el periódico y de vez en cuando conviviendo con los compañeros y alguno que otro colado que llegaba a visitarnos.
Don Jorge, como yo le decía, más que patrón era un amigo, que en lo personal me daba consejos, de los cuales aprendí mucho y eso me dio la fortaleza también de hacer un propio medio y que en la actualidad me ha rendido frutos, pero esos frutos no son nada más míos, si no del hombre que me vio crecer y me dio la facilidad de aprender en los medios que él estuvo, primero como trabajador y después como dueño, a esa persona le debo esos triunfos y una frase que él incluso hasta mandó enmarcarla y que dice "el éxito no se logra con el trabajo, si no de un esfuerzo constante".
El viernes por la noche nos llegó la noticia. Serían las 2 de la mañana, estando yo diseñando parte de las páginas de El Sol de Chilpancingo, me habló el licenciado Pedro Julio Váldez Vilchis, para enseñarme en el monitor de su computadora el boletín que momentos antes había recibido de la Secretaría de Seguridad Pública, Jorge Ochoa Martínez, había sido asesinado, de momento no supe que decir y sólo me limite a contestarle que definitivamente si, era el Jorge Ochoa que conocíamos, pues fue en Ayutla. Media hora después se confirmaba el deceso de Ochoa.
Aunque un poco tembloroso por la noticia, termine con mi labor cotidiana dentro del medio y después de hacer algunas llamadas, la esposa de Ochoa Martínez, nos daba la noticia desde la ciudad de Ayutla, a donde ella salió de esta capital, desde el momento que se enteró de tan lamentable suceso.
Por la mañana del sábado (7.00 Hrs.), acudimos al SEMEFO, en ésta capital, el cuerpo de Don Jorge, ya estaba en esas instalaciones y cuando vi el cadáver en la plancha, no daba crédito a lo que mis ojos veían, un balazo entre la barbilla y la boca, le cortó la existencia, le agarre su mano y solo me resigne a decir "que Dios lo tuviera en su santa gloria Don Jorge", no me imagine que al volver a verlo, sería tendido en una plancha, recordé que una semana antes, platicamos de sus planes, quería hacer que el periódico El Sol de la Costa, abarcara más municipios en la Costa Chica, incluso, el periódico iba a empezar a salir 3 veces por semana y tenía planeado contratar más personal para dar cobertura a toda la región, pues decía que el medio ya estaba bien posesionado y era cosa de hacer unos ajustes para empezar a hacerlo 3 veces por semana.
El miércoles pasado, trabajamos normalmente como siempre y desde su oficina en Ayutla me daba instrucciones para hacer la edición del jueves, hasta que la última vez que me contactó fue horas antes de su muerte el me había hablado a mi celular, para informarme que ya tenía información de la edición del lunes y que quería que el periódico lo hiciéramos el sábado, pues el domingo tenía planeado salir con su familia, más no imaginó que la salida de su domicilio aquí en Chilpancingo sería para siempre y con el llanto de su familia y de quienes lo queríamos y apreciábamos, se le despidió entre aplausos y con la música de un grupo norteño que entonaba las canciones que a Ochoa mucho le gustaban.
Hoy Don Jorge, ya no está con nosotros físicamente, mentes perversas le arrebataron la vida de una forma cobarde y sólo esperamos que la justicia llegue pronto y se esclarezca el crimen del licenciado, el periodista, el amigo. Jorge Alberto Ochoa Martínez, DESCANSE EN PAZ……

www.cuartopodertaxco.com se une a la pena que embarga a la familia de Jorge Alberto Ochoa Martínez y a la demanda del esclarecimiento de este cobarde crimen y sea aplicada la justicia al o a los culpables que no que de en la impunidad.
Atentamente: José Alberto Betanzos Salgado

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